Ayer asistimos, en una aborrotadísima aula de conferencias del edificio del Sario de la Universidad Pública de Navarra, a la conferencia de Emilio Duró. Tengo que decir que excepto la entrevista, que os enlazo posteriormente, en Youtube no había oído hablar de él. Por este motivo, mi sorpresa fue mayúscula cuando entramos en aquella aula en la que no sólo no cabía un afiler si no que la gente esperaba en la puerta para ocupar cualquier mínimo espacio disponible. Por suerte, está vez, nos habíamos inscrito con antelación. La conferencia duró casi dos horas, y lo cierto es que aunque en muchas ocasiones no conseguíamos entender a Emilio Duró, no sé si por la mala megafonía o por la rapidez y no muy buena pronunciación con la que expone sus ideas, el tiempo pasó volando, entretenidísimo. De hecho, antes que él, tuvimos la oportunidad de ser agraciados con dos discursos de las personas responsables de las instituciones que organizaban el evento, que entre ambos no hablarían más de 10 minutos pero se hicieron interminables. No recuerdo de que hablaron, cuando alguien empieza un discurso con “ya sé que no habéis venido a escucharme a mí pero…retalia de número” suelo desconectar.
Me gustaría compartir con vosotros y vosotras mi dos listas de 3:
3 aprendizajes:
- Concepto de hiperincursión. No había oído nunca este término. Cuando lo oí pensé en The Big Bang Theory, muy freaky. Y efectivamente, he buscado información sobre el tema y creo que merece la pena leer algo más sobre esto. Os dejo dos enlaces: Jean-Pierre Garnier Malet y Hiperincursión
- Coeficiente de optimismo. Creí entender que se trata que el número de personas optismista sea mayor al pesimista en un grupo de trabajo. Totalmente de acuerdo, pero no desprestigiemos a las personas pesimistas. Me he informado un poco más. Enlaces: El coeficiente de optimismo, Martin Seligman and the Positive psychology y Criterio Hurwicz
- Buscarme un nutricionista cuando cumpla 40 años.
3 preguntas para provocar debate:
- Sí todo ocurre porque tiene que ocurrir, ¿Por qué vamos a tener que cambiar nuestros hábitos?
- Sí nosotros somos fruto de que nuestras tatarabuelas elegieron pareja condicionadas en gran medida por la belleza, ¿por qué no somos todos blanquecinos y rechonchos como era el canón de belleza del siglo XVIII por ejemplo?
- ¿Por qué los y las políticas no se dan cuenta que nadie les escucha cuando en vez de presentar al conferenciante se dedican a venderse?¿ Por qué no se dan cuenta que un simple Power Point hace que aunque no escuches por lo menos puedan quedarte con alguno de los miles de números que emplean?
Os dejo con Emilio Duró
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